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¿Trastorno Afectivo Estacional en México?

El Trastorno Afectivo Estacional (TAE), también conocido como "Winter Blues" (tristeza de invierno) o depresión estacional, es un tipo de depresión que se caracteriza por la aparición recurrente de episodios depresivos durante ciertas estaciones del año, generalmente en los meses más fríos del otoño e invierno. Aunque esta condición ha sido ampliamente estudiada en otras partes del mundo, especialmente en regiones con inviernos más largos y oscuros donde el sol a veces sólo asoma durante 4 horas al día, en México aún no se tiene una prevalencia clara de este trastorno.


¿Qué es el Trastorno Afectivo Estacional?

El TAE se presenta principalmente durante el otoño y el invierno, cuando la exposición a la luz solar es más limitada. Se trata de un subtipo de depresión que tiene un patrón estacional bien definido. Los síntomas incluyen tristeza profunda, pérdida de energía, dificultad para concentrarse, aumento del sueño, y en algunos casos, un aumento en el apetito, especialmente por alimentos ricos en carbohidratos (Melrose, 2015) [1].


La causa principal de este trastorno parece estar relacionada con la disminución de la luz solar, lo que afecta la producción de melatonina y serotonina en el cerebro. Estas sustancias son esenciales para regular el estado de ánimo y el ritmo circadiano del cuerpo (Roecklein, 1986) [2].


¿En México?

En México, la prevalencia del TAE no está tan claramente definida como en países situados muy al norte del hemisferio norte, valga la redundancia, donde los inviernos largos y oscuros son más comunes. Aunque algunos estudios mencionan la existencia del TAE, no se han realizado investigaciones a gran escala en la población mexicana, por lo que no se puede determinar con certeza cuántas personas padecen este trastorno en el país.


La falta de luz solar en ciertas regiones del norte de México durante los meses de invierno podría contribuir al desarrollo de los síntomas del TAE, sin embargo, factores culturales y la mayor exposición a la luz en otras zonas del país pueden influir en que no se haya identificado una prevalencia significativa.


Tratamientos para el Trastorno Afectivo Estacional

Existen varios enfoques terapéuticos que se utilizan para tratar el TAE. El tratamiento más comúnmente recomendado es la terapia de luz, donde la persona se expone a una fuente de luz artificial brillante (10,000 lux) durante 20-60 minutos al día. Esta intervención ha demostrado ser eficaz para aliviar los síntomas del TAE al restablecer el ritmo circadiano y aumentar la producción de serotonina (Jacobsen, 1987) [3]. Además, algunos estudios sugieren que la vitamina D también puede ser beneficiosa en pacientes con TAE, ya que su deficiencia se asocia con una mayor prevalencia de depresión estacional (Melrose, 2015) [1].


Por otro lado, se han utilizado antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que ayudan a regular los neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo (Magnússon, 2003) [4]. En algunos casos, también se recomienda algún tipo de acompañamiento psicoterapéutico.





¿Existen estudios sobre el TAE en México?

En realidad no se cuenta con una base de datos amplia que permita establecer una prevalencia clara en la población. Esto puede deberse a que, en el contexto mexicano, los patrones climáticos y la luz solar varían considerablemente de una región a otra. Las personas que viven en el norte del país, donde los inviernos son más fríos y con menos horas de luz solar, pueden estar más expuestas a los factores que inducen el TAE, mientras que en otras zonas más cálidas y soleadas, los síntomas pueden ser menos comunes o no tan evidentes.


Un ejemplo de esto es el estudio de Moreno (2015) [5], quien analiza los trastornos afectivos estacionales y menciona que los episodios depresivos recurrentes pueden ser más frecuentes en otoño e invierno. Su prevalencia en la población general varía entre el 1% y el 10%, siendo más común en países nórdicos, aunque factores como el clima, la dieta y aspectos socio-culturales también influyen en su incidencia.


Conclusión

El Trastorno Afectivo Estacional sigue siendo un tema de estudio importante a nivel mundial, pero en México la falta de datos específicos hace difícil establecer su prevalencia. Si bien algunos tratamientos, como la terapia de luz, los antidepresivos y la psicoterapia, han demostrado eficacia en diversas partes del mundo, aún se necesita mayor investigación para comprender cómo se manifiesta y trata este trastorno en el contexto mexicano. Es crucial que los estudios futuros tomen en cuenta las variaciones geográficas y culturales del país para poder ofrecer diagnósticos y tratamientos más precisos a quienes puedan estar afectados.


Si quieres conocer más del tema, te invitamos a la entrevista en la que participamos en 'República H', dentro del Heraldo TV, dando clic aquí: https://www.youtube.com/watch?v=8LNUdDjf--A


Mientras tanto, te dejo un abrazo virtual pendiente hasta que nos volvamos a encontrar por estos espacios.


Referencias

[1] Melrose, Sherri, Seasonal Affective Disorder: An Overview of Assessment and Treatment Approaches, Depression Research and Treatment, 2015, 178564, 6 pages, 2015. https://doi.org/10.1155/2015/178564

[2] Roecklein, K. (1986). Seasonal affective disorder. British Journal of Psychiatry, 149(6), 803-805.

[3] Jacobsen, F .M ., Wehr, T. A., Sack,  D. A., James, S. P., y Rosenthal, N. E. “Seasonal affective disorder: a review of the syndrome and its public health implications.”, American Journal of Public Health 77, no. 1 (January 1, 1987): pp. 57-60.. https://doi.org/10.2105/AJPH.77.11.1410

[4] Magnusson A, Boivin D. Seasonal affective disorder: an overview. Chronobiol Int. 2003 Mar;20(2):189-207. doi: 10.1081/cbi-120019310. PMID: 12723880.

[5] Moreno, M. (2015). Trastornos afectivos estacionales, “winter blues”. https://doi.org/10.1007/978-3-319-22732-5_20




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